Bitácora de habilidades de Aladdin
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Bitácora de habilidades de Aladdin
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~ Ki Nobori no Shugyō
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~ Suiton Bakusui Shouha
~ Suiton Mizurappa
~ Suirou no Jutsu´
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Última edición por Arkay. el Dom Dic 29, 2013 10:11 pm, editado 8 veces
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
RELATOS
Capitulo I
En un futuro no muy lejano, unos anbus muy interesados se acercaron hacia Aladdin, él permanecía sentado, no lo estaban amenazando, solo querían hacerles unas preguntas, nadie mas que el quedaba de ese echo, y querían averiguar como, y porque.
- Muy bien, Alddin - Dijo uno de ellos, sentándose en una de las sillas de madera frente a el, su mascara estaba adornada con pintura roja en forma de rasguños, para ser exactos, tres, que recorrían desde el extremo superior derecho hasta el inferior izquierdo, el otro, simplemente era un espiral de color celeste, pero en la zona en la cual tendría que estar su boca, estaba dibujada una sonrisa, con esos ojos achinados, que tenía la máscara, podía decirse que incluso daba miedo - Cuéntanos entonces, ¿Que recuerdas de ese día? - Aladdin hizo una leve mueca, y se sonrió un poco, elevando la mirada hacia los dos Anbus que estaban con el, que lo estaban mirando fijo ¿Porque querían saber eso? No importaba en realidad, eran Anbus, técnicamente servían al Mizukage, por lo que era mas fácil para él obedecer y hablar - Decir que recuerdo algo, ya es decir mucho - Suspiró - Veamos... para ese entonces... tenía doce, o tal vez trece años, no lo se, solo recuerdo que aun era un niño inocente, y no sabía que era lo que sucedía alrededor del mundo, mucho menos porque ese mismo día, la gente corría aterrorizada, y se alejaba cada vez mas de las puertas de la cuidad, parecía que iban a refugiarse, ¿Pero de quien?, ¿De qué?, no podía entenderlo aún. - Acomodo su cabello y se acomodo en la silla - Aun que, tal vez pude entenderlo un poco más tarde, cuando oí el fuerte estruendo que provino desde la entrada de la ciudad, era como un golpe, un golpe fuerte y seco que sacudió toda la tierra, luego, se oyeron unos gritos, unos leves quejidos, y luego, silencio nuevamente, un silencio tan fuerte, que casi podía oírse, yo no se que hacía ahí, parado en medio de la nada, sin entender lo que estaba sucediendo, sabía que tenía que correr, pero no lo hacía ¿Porque? si hubiese corrido en ese entonces, tal vez no estuviese aquí - Apoyo la mano en su estomago, como maldiciendo algo - Pero... solo vi una enorme nube de polvo que se elevaba frente a mi, creo que recuerdo ver un trozo de un edifcio pasar a mi lado, no se, solo recuerdo algo perfectamente, unos ojos rojos, mirándome fijamente, pero estos... estaban en el cielo, a metros y metros de altura, altura que un humano normal no alcanzaría, y ademas, entre el polvo, pude ver su cuerpo, el cuerpo de un monstruo, era gigante, casi igual de grande que una montaña, y yo estaba ahí, petrificado, y esperando que algo sucediese, tal vez un milagro. Y ocurrió, entre el polvo, los escombros y la destrucción, llegaron, de la nada, como un destello de luz, un grupo de personas, todas con mascaras como ustedes, un grupo Anbu, en ese entonces no sabía quienes eran ni que hacían ahí, solo pude reconocer a una persona entre toda esta multitud, una persona alta, con una túnica que ondeaba al viento, cruzado de brazos, y que luego agacho su mirada "Niño, no deberías estar aquí" dijo, y luego se cubrió el rostro, cuando el monstruo dio un fuerte pisotón, ahí descubrí quien era, una persona tan grande como ese Monstruo.... el Mizukage - Sonrió un poco, mirando a los Anbus, que solo guardaban silencio - Recuerdo que hizo un ademan con su mano, y unas personas me tomaron, y en un segundo, me alejaron de la zona un poco, y me mantuvieron sobre un tejado, donde yo casi no podía ver nada, solo veía asombrado como la criatura comenzaba a agitarse con fuerza, y unos rápidos y relampagueantes sonidos se oían, fuertes olas de agua caían sobre la criatura, mojando toda la zona a su alrededor, gracias al cielo no había civiles cerca, puesto que todo estaba casi inundado, y tristemente, ese fue el error mas grande que cometieron, la criatura... elevo sus patas delanteras, y luego... simplemente las bajo, todo pareció tan lento... como una fuerte onda de chakra... de chakra tan comprimido que podía volverse incluso físico, comenzó a arrasar con todo a su paso, la onda de aire, llego hacia nosotros, y nos hizo volar de la zona - Bebió un poco de agua que tenía a su lado, verdaderamente no tenía sed, solo quería hacerlo, se sentía inspirado contando la historia y quería dar una pausa para darle algo de suspenso - Luego, solo recuerdo escenas borrosas, entrecortadas, creo que me golpee la cabeza contra algo, y vi al Mizukage alejarse de la zona de lucha, y algunas personas heridas, a hombros de otras, obviamente, quedaban muchas menos, algunas estaban perdidas entre los escombros, y otras, simplemente aplastadas por el monstruo, lo demás, fue muy confuso, puedo recordar que el Mizukage señalo hacía mi, y comenzaron a discutir un poco entre ellos, pero era una orden, al parecer, una orden firme de la que no se iba a retractar, algunos Anbus me tomaron entre sus brazos, y luego, me colocaron sobre un pilar que había aparecido como por arte de magia en el suelo, mi vista comenzaba a volverse borrosa, y lo ultimo que pude ver, fue a la bestia acercándose a mi, cada vez mas y mas, y frente a ella, el Mizukage, y a sus lados, Anbus, haciendo una especie de sello, imitándolo a el, el cual grito unas palabras, un jutus tal vez, y lo último que vi, o que recuerdo, fue un destello, amarillo, y un fuerte rugido, luego, todo se volvió negro - Concluyó
- Muy bien, Alddin - Dijo uno de ellos, sentándose en una de las sillas de madera frente a el, su mascara estaba adornada con pintura roja en forma de rasguños, para ser exactos, tres, que recorrían desde el extremo superior derecho hasta el inferior izquierdo, el otro, simplemente era un espiral de color celeste, pero en la zona en la cual tendría que estar su boca, estaba dibujada una sonrisa, con esos ojos achinados, que tenía la máscara, podía decirse que incluso daba miedo - Cuéntanos entonces, ¿Que recuerdas de ese día? - Aladdin hizo una leve mueca, y se sonrió un poco, elevando la mirada hacia los dos Anbus que estaban con el, que lo estaban mirando fijo ¿Porque querían saber eso? No importaba en realidad, eran Anbus, técnicamente servían al Mizukage, por lo que era mas fácil para él obedecer y hablar - Decir que recuerdo algo, ya es decir mucho - Suspiró - Veamos... para ese entonces... tenía doce, o tal vez trece años, no lo se, solo recuerdo que aun era un niño inocente, y no sabía que era lo que sucedía alrededor del mundo, mucho menos porque ese mismo día, la gente corría aterrorizada, y se alejaba cada vez mas de las puertas de la cuidad, parecía que iban a refugiarse, ¿Pero de quien?, ¿De qué?, no podía entenderlo aún. - Acomodo su cabello y se acomodo en la silla - Aun que, tal vez pude entenderlo un poco más tarde, cuando oí el fuerte estruendo que provino desde la entrada de la ciudad, era como un golpe, un golpe fuerte y seco que sacudió toda la tierra, luego, se oyeron unos gritos, unos leves quejidos, y luego, silencio nuevamente, un silencio tan fuerte, que casi podía oírse, yo no se que hacía ahí, parado en medio de la nada, sin entender lo que estaba sucediendo, sabía que tenía que correr, pero no lo hacía ¿Porque? si hubiese corrido en ese entonces, tal vez no estuviese aquí - Apoyo la mano en su estomago, como maldiciendo algo - Pero... solo vi una enorme nube de polvo que se elevaba frente a mi, creo que recuerdo ver un trozo de un edifcio pasar a mi lado, no se, solo recuerdo algo perfectamente, unos ojos rojos, mirándome fijamente, pero estos... estaban en el cielo, a metros y metros de altura, altura que un humano normal no alcanzaría, y ademas, entre el polvo, pude ver su cuerpo, el cuerpo de un monstruo, era gigante, casi igual de grande que una montaña, y yo estaba ahí, petrificado, y esperando que algo sucediese, tal vez un milagro. Y ocurrió, entre el polvo, los escombros y la destrucción, llegaron, de la nada, como un destello de luz, un grupo de personas, todas con mascaras como ustedes, un grupo Anbu, en ese entonces no sabía quienes eran ni que hacían ahí, solo pude reconocer a una persona entre toda esta multitud, una persona alta, con una túnica que ondeaba al viento, cruzado de brazos, y que luego agacho su mirada "Niño, no deberías estar aquí" dijo, y luego se cubrió el rostro, cuando el monstruo dio un fuerte pisotón, ahí descubrí quien era, una persona tan grande como ese Monstruo.... el Mizukage - Sonrió un poco, mirando a los Anbus, que solo guardaban silencio - Recuerdo que hizo un ademan con su mano, y unas personas me tomaron, y en un segundo, me alejaron de la zona un poco, y me mantuvieron sobre un tejado, donde yo casi no podía ver nada, solo veía asombrado como la criatura comenzaba a agitarse con fuerza, y unos rápidos y relampagueantes sonidos se oían, fuertes olas de agua caían sobre la criatura, mojando toda la zona a su alrededor, gracias al cielo no había civiles cerca, puesto que todo estaba casi inundado, y tristemente, ese fue el error mas grande que cometieron, la criatura... elevo sus patas delanteras, y luego... simplemente las bajo, todo pareció tan lento... como una fuerte onda de chakra... de chakra tan comprimido que podía volverse incluso físico, comenzó a arrasar con todo a su paso, la onda de aire, llego hacia nosotros, y nos hizo volar de la zona - Bebió un poco de agua que tenía a su lado, verdaderamente no tenía sed, solo quería hacerlo, se sentía inspirado contando la historia y quería dar una pausa para darle algo de suspenso - Luego, solo recuerdo escenas borrosas, entrecortadas, creo que me golpee la cabeza contra algo, y vi al Mizukage alejarse de la zona de lucha, y algunas personas heridas, a hombros de otras, obviamente, quedaban muchas menos, algunas estaban perdidas entre los escombros, y otras, simplemente aplastadas por el monstruo, lo demás, fue muy confuso, puedo recordar que el Mizukage señalo hacía mi, y comenzaron a discutir un poco entre ellos, pero era una orden, al parecer, una orden firme de la que no se iba a retractar, algunos Anbus me tomaron entre sus brazos, y luego, me colocaron sobre un pilar que había aparecido como por arte de magia en el suelo, mi vista comenzaba a volverse borrosa, y lo ultimo que pude ver, fue a la bestia acercándose a mi, cada vez mas y mas, y frente a ella, el Mizukage, y a sus lados, Anbus, haciendo una especie de sello, imitándolo a el, el cual grito unas palabras, un jutus tal vez, y lo último que vi, o que recuerdo, fue un destello, amarillo, y un fuerte rugido, luego, todo se volvió negro - Concluyó
Última edición por Arkay. el Miér Dic 25, 2013 9:39 pm, editado 1 vez
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
UN PACTO
Capitulo II
En sus dieciseis años de edad, Alddin comenzó con su prueba para convertirse en Jônnin, su oponente Kohono Akimira, un hombre con una enorme mas muscular y con una gran fuerza y resistencia física, era su oponente, la lucha fue en las afueras de Kirigakure, todos los superiores, los jônnin de rango mas superior, parecían apostar por Akimira, el tambien lo hubiese echo, pero Aladdin sabía que tenía que ganar esa lucha, fuese como fuese.
- ¡Saludos a ambos competidores! Hoy estamos aquí para dar inicio al examen, por el que tendrán que pasar, los lapices y papeles ya quedaron en el pesado, y no solo los que mas saben pueden ser Jônnin, también se necesita fuerza física, y conocimiento en el arte del Shinobi ¡Que comience la pelea! buena suerte a ambos -Era obvio que esa suerte que le deseaba un Jonnin que hacía de presentador iba principalmente para Akimira, que solo estaba sonriendo y lentamente comenzaba a quitarse la camisa, tal vez simplemente le incomodaba, o quería mostrar que tenía mas músculos de lo que parecía, era una verdadera masa humana. En cambio, Aladdin, era alguien mas flacucho y débil, se notaba en su mirada, que simplemente necesitaba unos golpes para quedar boca abajo como un pez. - ¡Muy bien chico, te daré la ventaja solo porque soy mayor que tu, atácame primero! - Dijo él, poniendo ambas manos en su cintura, y esperando a recibir el ataque de Aladdin, el cual simplemente tomo un kunai con su mano, y de un inesperado movimiento, desapareció del lugar de donde estaba, todos miraron confundidos a todos lados, no se esperaban tal velocidad, pensaban que era mucho menos rápido que eso, algunos jonnin no pudieron seguirlo con la mirada. Mas lo hicieron cuando su cuerpo apareció detrás del de Akimira, dando un giro sobre su propio eje y extendiendo el filoso kunai hacia la espalda de este poderoso shinboi, lo que no se espero, fue que este hombre se voltease, con una velocidad casi indetectable y le diese un fuerte puñetazo en el pecho, el cual lo mando a volar contra una pared, en el trayecto, el kunai cayo al suelo y se deslizo hasta los pies de Akimira, el cual lo tomo en sus manos y rió un poco - ¡Vamos, chico, ¿Piensas que con un kunai vas a ganarme? - Aladdin hizo una mueca algo dolida, mientras se reincorporaba un poco, al parecer, Akimira estaba tan distraído presumiendo sus grandes reflejos y lo increíble que era, que no noto el sello bukken que colgaba del kunai, y que lentamente estaba consumiéndose - Bukken no Kai... - Pronunció Aladdin en una voz baja mientras que el kunai estallaba fuertemente sobre su mano, y liberaba una gran cantidad de humo que dejaba atónitos a los espectadores, que querían ver si algo se movía, entre el humo, se escucho un grito desesperado, con mucha furia, y cuando este comenzaba a dispersarse la figura de Akimira, seguía estática, en el mismo lugar, pero ahora, una gran cantidad de sangre brotaba de su brazo y su mano derecha, la misma caía al suelo mientras que este tipo sonreía de una manera muy tétrica, dió un fuerte golpe a la pared destrozando esta mientras miraba hacia el suelo.
- ¡Date por muerto muchacho! -
Dijo en un grito ahogado mientras se lanzo con mucha potencia hacia el cuerpo de Aladdin, el cual estampo con su brazo izquierdo dentro de la pared, Aladdin solo escupió sangre de su boca, mientras el puño de Akimira se le enterraba en el estomago, y aprecia como si destrozase cada hueso, luego, a pesar de sus heridas en su brazo derecho, le dio un codazo en el rostro, haciendo que su cabeza se golpease fuertemente con la pared, esto dejo a Aladdin algo atontando, y luego, su vista comenzó a desvanecerse.
Sus ojos se cerraron, y en un segundo se volvieron a abrir, estaba en un lugar oscuro, frió, pero de alguna manera, le parecía familiar, un poco de agua tocaba sus tobillos, le basto con esbozar una sonrisa y voltearse, para poder ver esas enormes puertas que llegaban desde el suelo hasta el techo, que no podía verse, y dentro de ella, unos horrendos ojos rojos, que lo miraban fijamente - Oh... tu otra vez, sapo - Dijo mientras correspondió a esa mirada fría con una sonrisa, como si le divirtiese el verlo así - ¡Te eh dicho que no me llames sapo, estúpido ! - Dijo con una voz firme, gruesa, que retumbaba en ese lugar vació - ¿Qué demonios haces aquí? - Sus palabras parecían cortantes, como si quisiese terminar la conversación lo mas pronto posible -- Tranquilo, a mi tampoco me gusta estar aquí, pero necesito tu ayuda, una vez mas - Completo lo de "una vez mas" para que no se lo dijese el, lo menos que quería hacer era escucharlo - Oh... así que ahora vienes como rata buscando mi ayuda, típico... - Aladdin solto un suspiro, mientras miro firmemente a los ojos del Sanbi -- Escuchame, a mi tampoco me gusta tener que pedirte ayuda, pero vete acostumbrando, porque somos uno, por tan odioso que suene, y lo seremos hasta que muramos, porque recuerda, que si yo muero, tu también lo haces - Una leve queja se oyó dentro de las rejas, y luego, una gran cantidad de chakra rojo que comenzaba a salir de entre estas - Solo por esta vez... niñato - Dijo mientras el chakra rojo y tan poderoso comenzaba a tomar control del cuerpo de Aladdin, el cual volvió a abrir los ojos, y vio a esta masa humana parada frente a el, dándole continuos golpes en el estomago, pero estos, ahora ya no dolían.
Aladdin esbozo una leve sonrisa, y simplemente su cuerpo comenzó a recubrirse por una extraña capa roja, y sus ojos se volvieron rojos, con varias espirales en ellos, ademas de todo, su fuerza, su resistencia, y su velocidad, todo en el había aumentado, Akimira soto a Aladdin, como si esa capa roja lo quemase, y soltó un leve quejido de dolor, no alcanzo a suspirar, cuando Aladdin le estampo de un puñetazo contra la pared mas lejana, y luego, con una cola que se asomaba desde su zona trasera, lo tomo del pecho, y lo zarandeo a un lado, Akimira no podía ni reaccionar a la velocidad y potencia de los golpes de Aladdin, y solo pudo mirar por ultima vez al cielo, cuando vio a este dar un giro en el aire, y caer sobre él, aplastandole fuertemente contra el suelo, y dejando un hoyo en el mismo, agrietado a su alrededor, sus ojos se cerraron, y no se movió, había un ganador, Aladdin , en realidad, habían dos ganadores, Aladdin y la bestia en su interior, el Sanbi
- ¡Saludos a ambos competidores! Hoy estamos aquí para dar inicio al examen, por el que tendrán que pasar, los lapices y papeles ya quedaron en el pesado, y no solo los que mas saben pueden ser Jônnin, también se necesita fuerza física, y conocimiento en el arte del Shinobi ¡Que comience la pelea! buena suerte a ambos -Era obvio que esa suerte que le deseaba un Jonnin que hacía de presentador iba principalmente para Akimira, que solo estaba sonriendo y lentamente comenzaba a quitarse la camisa, tal vez simplemente le incomodaba, o quería mostrar que tenía mas músculos de lo que parecía, era una verdadera masa humana. En cambio, Aladdin, era alguien mas flacucho y débil, se notaba en su mirada, que simplemente necesitaba unos golpes para quedar boca abajo como un pez. - ¡Muy bien chico, te daré la ventaja solo porque soy mayor que tu, atácame primero! - Dijo él, poniendo ambas manos en su cintura, y esperando a recibir el ataque de Aladdin, el cual simplemente tomo un kunai con su mano, y de un inesperado movimiento, desapareció del lugar de donde estaba, todos miraron confundidos a todos lados, no se esperaban tal velocidad, pensaban que era mucho menos rápido que eso, algunos jonnin no pudieron seguirlo con la mirada. Mas lo hicieron cuando su cuerpo apareció detrás del de Akimira, dando un giro sobre su propio eje y extendiendo el filoso kunai hacia la espalda de este poderoso shinboi, lo que no se espero, fue que este hombre se voltease, con una velocidad casi indetectable y le diese un fuerte puñetazo en el pecho, el cual lo mando a volar contra una pared, en el trayecto, el kunai cayo al suelo y se deslizo hasta los pies de Akimira, el cual lo tomo en sus manos y rió un poco - ¡Vamos, chico, ¿Piensas que con un kunai vas a ganarme? - Aladdin hizo una mueca algo dolida, mientras se reincorporaba un poco, al parecer, Akimira estaba tan distraído presumiendo sus grandes reflejos y lo increíble que era, que no noto el sello bukken que colgaba del kunai, y que lentamente estaba consumiéndose - Bukken no Kai... - Pronunció Aladdin en una voz baja mientras que el kunai estallaba fuertemente sobre su mano, y liberaba una gran cantidad de humo que dejaba atónitos a los espectadores, que querían ver si algo se movía, entre el humo, se escucho un grito desesperado, con mucha furia, y cuando este comenzaba a dispersarse la figura de Akimira, seguía estática, en el mismo lugar, pero ahora, una gran cantidad de sangre brotaba de su brazo y su mano derecha, la misma caía al suelo mientras que este tipo sonreía de una manera muy tétrica, dió un fuerte golpe a la pared destrozando esta mientras miraba hacia el suelo.
- ¡Date por muerto muchacho! -
Dijo en un grito ahogado mientras se lanzo con mucha potencia hacia el cuerpo de Aladdin, el cual estampo con su brazo izquierdo dentro de la pared, Aladdin solo escupió sangre de su boca, mientras el puño de Akimira se le enterraba en el estomago, y aprecia como si destrozase cada hueso, luego, a pesar de sus heridas en su brazo derecho, le dio un codazo en el rostro, haciendo que su cabeza se golpease fuertemente con la pared, esto dejo a Aladdin algo atontando, y luego, su vista comenzó a desvanecerse.
Sus ojos se cerraron, y en un segundo se volvieron a abrir, estaba en un lugar oscuro, frió, pero de alguna manera, le parecía familiar, un poco de agua tocaba sus tobillos, le basto con esbozar una sonrisa y voltearse, para poder ver esas enormes puertas que llegaban desde el suelo hasta el techo, que no podía verse, y dentro de ella, unos horrendos ojos rojos, que lo miraban fijamente - Oh... tu otra vez, sapo - Dijo mientras correspondió a esa mirada fría con una sonrisa, como si le divirtiese el verlo así - ¡Te eh dicho que no me llames sapo, estúpido ! - Dijo con una voz firme, gruesa, que retumbaba en ese lugar vació - ¿Qué demonios haces aquí? - Sus palabras parecían cortantes, como si quisiese terminar la conversación lo mas pronto posible -- Tranquilo, a mi tampoco me gusta estar aquí, pero necesito tu ayuda, una vez mas - Completo lo de "una vez mas" para que no se lo dijese el, lo menos que quería hacer era escucharlo - Oh... así que ahora vienes como rata buscando mi ayuda, típico... - Aladdin solto un suspiro, mientras miro firmemente a los ojos del Sanbi -- Escuchame, a mi tampoco me gusta tener que pedirte ayuda, pero vete acostumbrando, porque somos uno, por tan odioso que suene, y lo seremos hasta que muramos, porque recuerda, que si yo muero, tu también lo haces - Una leve queja se oyó dentro de las rejas, y luego, una gran cantidad de chakra rojo que comenzaba a salir de entre estas - Solo por esta vez... niñato - Dijo mientras el chakra rojo y tan poderoso comenzaba a tomar control del cuerpo de Aladdin, el cual volvió a abrir los ojos, y vio a esta masa humana parada frente a el, dándole continuos golpes en el estomago, pero estos, ahora ya no dolían.
Aladdin esbozo una leve sonrisa, y simplemente su cuerpo comenzó a recubrirse por una extraña capa roja, y sus ojos se volvieron rojos, con varias espirales en ellos, ademas de todo, su fuerza, su resistencia, y su velocidad, todo en el había aumentado, Akimira soto a Aladdin, como si esa capa roja lo quemase, y soltó un leve quejido de dolor, no alcanzo a suspirar, cuando Aladdin le estampo de un puñetazo contra la pared mas lejana, y luego, con una cola que se asomaba desde su zona trasera, lo tomo del pecho, y lo zarandeo a un lado, Akimira no podía ni reaccionar a la velocidad y potencia de los golpes de Aladdin, y solo pudo mirar por ultima vez al cielo, cuando vio a este dar un giro en el aire, y caer sobre él, aplastandole fuertemente contra el suelo, y dejando un hoyo en el mismo, agrietado a su alrededor, sus ojos se cerraron, y no se movió, había un ganador, Aladdin , en realidad, habían dos ganadores, Aladdin y la bestia en su interior, el Sanbi
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
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Re: Bitácora de habilidades de Aladdin
¿ NOMBRE ?
Aladdin jadeaba, mientras la sangre de su rostro caía por su mejilla, hasta sus piernas, mirando hacia abajo, solo podía apreciar sus pies, atados con fuerza al igual que sus manos, el bastón estaba lejos de el, y aunque pudiese soltarse con un jutsu, eran demasiados, y sería un total suicidio, simplemente se resigno a ser golpeado por esos matones que buscaban información, sobre el Mizukage, ¿Que iba a saber el sobre el Mizukage? solo fue un una misión tan simple como devolver una bolsa de joyas a la mansión de una rica mujer que vive en las afueras de la ciudad, no se merecía esto
- ¡No te lo volveré a preguntar, niño, dinos lo que sabes del Mizukage y la aldea, ¿Como se entra en ella sin ser descubierto?! - Dijo esta persona con un tono muy alterado, como si estuviese asustado de algo que podría pasar, aun que era ilógico que lo este, a fin y acabo, el tenía detrás cinco personas mas, que podían protegerlo de casi cualquier cosa, tal vez era solo un ladrón con delirios de ser un enorme criminal y asesinar al Mizukage, que tipo tan loco - ¡Respondeme idiota! - Dijo mientras lanzo otro fuerte golpe al rostro de Aladdin, el cual simplemente se movía a un lado, dejaba caer un poco de sangre, y luego volvía a su lugar, mirando hacia abajo y sin liberar ni un quejido de dolor, ni una leve mueca, nada, inerte como si estuviese muerto - Pues parece que tendré que ir a otros extremos - Dijo mientras que uno de sus compañeros le entrego un kunai, y este lo movió frente al rostro de Aladdin, para intimidarlo, apoyo la punta debajo de su cuello, apenas tocándolo, y luego fue bajando, muy lentamente y sin cortarlo, hasta llegar a su estomago, elevo su mirada a Aladdin con una sonrisa, y espero que este reaccionase, o hablase, pero nada sucedía, el seguía inmovil, sin decir una palabra - ¡Ya me hartaste! - Elevo su kunai en el cielo, y luego lo acerco con mucha velocidad hacia el estomago de Aladdin, pero unas palabras lo detuvieron justo a unos centímetros de su estomago ]- Anda... matame, si lo haces no conseguirás mas que un cadáver y que varios jônnins vayan en tu busqueda, para encarcelarte o asesinarte - guardó silencio por unos segundos, como si estuviese buscando una respuesta para eso, que encontró unos segundos despues - Oh... por fin hablas, de todas maneras no pensaba matarte, solo te haré sufrir hasta que hables - Lentamente, el kunai comenzo a cortar la camisa de Aladddin, y a dejar en descubierto todo su pecho, y algo que ellos no esperaban ver en su estomago, una especie de sello, correspondiente a los Jincruikkis, Aladdin sonrió y miro hacia el secuestrador que había cortado la camisa, este parecía aterrado, y cuando sus miradas se cruzaron, el tiempo se detuvo
Nuevamente agua... un lugar húmedo y oscuro, ya empezaba convertirse en su hogar, un horrendo hogar, pero sorpresivamente este vez no había sido el quien había decidido estar ahí, si no aquella bestia, que pareció casi saludarlo - Aladdin... - Ambos se sorprendieron, era la primera vez que el Sanbi decía su nombre, y especialmente con esa amabilidad, que incluso parecía odio suave - ¡Agh...! - Fue como un quejido, al parecer no fue consiente de lo que dijo, no lo culpaba, el también odiaría estar encerrado en el cuerpo de una persona -- Te responderé a la amabilidad, Sanbi, ¿Qué quieres? - El Sanbi no pareció complacido por que lo llamase así, mas bien, pareció enojado - Sanbi... inutil niño ¡Como sea! no te traje aquí para discutir sobre mi nombre... Te traje aquí para ofrecerte mi ayuda, estos tipos están locos, y ahora que descubrieron que eres un Jinchurikki, van a matarte - Se sorprendió por sus palabras, que clase de trato era ese, jamas lo había recibido de su parte - ¿Acaso te estas preocupando por mí? - Dijo mientras le sonrió, mirándolo dentro de esas enormes rejas - ¡Claro que no maldición, me preocupo por mi mismo, porque si tu mueres, yo lo hago también! y no soporto estar atrapado en alguien tan inútil como tu - Aladdin simplemente rió, mientras que suspiraba un poco y se tronaba los huesos, sabía que eso solo había sido una excusa, y que su verdadera intensión era ayudarlo - Pues debo agradecerte entonces, Sanbi - Dijo intentando serle amable, al pronunciar su nombre, mientras que nuevamente este chakra rojizo comenzaba a hacer posesión de su cuerpo, esta vez parecía mas rojo, y poderoso, pero el Sanbi mas enojado - ¡Deja de llamarme así, la próxima vez te aplastare! Tengo un nombre... -
Aladdin abrió sus ojos sorprendido, y unas palabras se le escaparon de la boca, no tuvo tiempo de completarlas pues antes de que se diera cuenta, volvió a ver a ese ladrón asustado, que luego salido disparado hacia atrás, la silla estallo por la repentina transformación del Jinchurikki, y luego, dos colas que se asomaban por su espalda tomaron el cuello de dos de los ladrones, que fueron estampados con fuerza contra la pared, los otros dos comenzaron a lanzar kunais hacia el, como si esto tuviese éxito, sus colas desviaron todos los kunais, y luego huyeron asustados, el ultimo, el que había golpeado a Aladdin, estaba en el suelo, aterrado, lastima por el, que no tuvo la suerte de caer desmayado contra la pared, o simplemente salir corriendo, o bueno, por lo menos un cuerpo sin cabeza no podría hacerlo.
Capitulo III
Aladdin jadeaba, mientras la sangre de su rostro caía por su mejilla, hasta sus piernas, mirando hacia abajo, solo podía apreciar sus pies, atados con fuerza al igual que sus manos, el bastón estaba lejos de el, y aunque pudiese soltarse con un jutsu, eran demasiados, y sería un total suicidio, simplemente se resigno a ser golpeado por esos matones que buscaban información, sobre el Mizukage, ¿Que iba a saber el sobre el Mizukage? solo fue un una misión tan simple como devolver una bolsa de joyas a la mansión de una rica mujer que vive en las afueras de la ciudad, no se merecía esto
- ¡No te lo volveré a preguntar, niño, dinos lo que sabes del Mizukage y la aldea, ¿Como se entra en ella sin ser descubierto?! - Dijo esta persona con un tono muy alterado, como si estuviese asustado de algo que podría pasar, aun que era ilógico que lo este, a fin y acabo, el tenía detrás cinco personas mas, que podían protegerlo de casi cualquier cosa, tal vez era solo un ladrón con delirios de ser un enorme criminal y asesinar al Mizukage, que tipo tan loco - ¡Respondeme idiota! - Dijo mientras lanzo otro fuerte golpe al rostro de Aladdin, el cual simplemente se movía a un lado, dejaba caer un poco de sangre, y luego volvía a su lugar, mirando hacia abajo y sin liberar ni un quejido de dolor, ni una leve mueca, nada, inerte como si estuviese muerto - Pues parece que tendré que ir a otros extremos - Dijo mientras que uno de sus compañeros le entrego un kunai, y este lo movió frente al rostro de Aladdin, para intimidarlo, apoyo la punta debajo de su cuello, apenas tocándolo, y luego fue bajando, muy lentamente y sin cortarlo, hasta llegar a su estomago, elevo su mirada a Aladdin con una sonrisa, y espero que este reaccionase, o hablase, pero nada sucedía, el seguía inmovil, sin decir una palabra - ¡Ya me hartaste! - Elevo su kunai en el cielo, y luego lo acerco con mucha velocidad hacia el estomago de Aladdin, pero unas palabras lo detuvieron justo a unos centímetros de su estomago ]- Anda... matame, si lo haces no conseguirás mas que un cadáver y que varios jônnins vayan en tu busqueda, para encarcelarte o asesinarte - guardó silencio por unos segundos, como si estuviese buscando una respuesta para eso, que encontró unos segundos despues - Oh... por fin hablas, de todas maneras no pensaba matarte, solo te haré sufrir hasta que hables - Lentamente, el kunai comenzo a cortar la camisa de Aladddin, y a dejar en descubierto todo su pecho, y algo que ellos no esperaban ver en su estomago, una especie de sello, correspondiente a los Jincruikkis, Aladdin sonrió y miro hacia el secuestrador que había cortado la camisa, este parecía aterrado, y cuando sus miradas se cruzaron, el tiempo se detuvo
Nuevamente agua... un lugar húmedo y oscuro, ya empezaba convertirse en su hogar, un horrendo hogar, pero sorpresivamente este vez no había sido el quien había decidido estar ahí, si no aquella bestia, que pareció casi saludarlo - Aladdin... - Ambos se sorprendieron, era la primera vez que el Sanbi decía su nombre, y especialmente con esa amabilidad, que incluso parecía odio suave - ¡Agh...! - Fue como un quejido, al parecer no fue consiente de lo que dijo, no lo culpaba, el también odiaría estar encerrado en el cuerpo de una persona -- Te responderé a la amabilidad, Sanbi, ¿Qué quieres? - El Sanbi no pareció complacido por que lo llamase así, mas bien, pareció enojado - Sanbi... inutil niño ¡Como sea! no te traje aquí para discutir sobre mi nombre... Te traje aquí para ofrecerte mi ayuda, estos tipos están locos, y ahora que descubrieron que eres un Jinchurikki, van a matarte - Se sorprendió por sus palabras, que clase de trato era ese, jamas lo había recibido de su parte - ¿Acaso te estas preocupando por mí? - Dijo mientras le sonrió, mirándolo dentro de esas enormes rejas - ¡Claro que no maldición, me preocupo por mi mismo, porque si tu mueres, yo lo hago también! y no soporto estar atrapado en alguien tan inútil como tu - Aladdin simplemente rió, mientras que suspiraba un poco y se tronaba los huesos, sabía que eso solo había sido una excusa, y que su verdadera intensión era ayudarlo - Pues debo agradecerte entonces, Sanbi - Dijo intentando serle amable, al pronunciar su nombre, mientras que nuevamente este chakra rojizo comenzaba a hacer posesión de su cuerpo, esta vez parecía mas rojo, y poderoso, pero el Sanbi mas enojado - ¡Deja de llamarme así, la próxima vez te aplastare! Tengo un nombre... -
Aladdin abrió sus ojos sorprendido, y unas palabras se le escaparon de la boca, no tuvo tiempo de completarlas pues antes de que se diera cuenta, volvió a ver a ese ladrón asustado, que luego salido disparado hacia atrás, la silla estallo por la repentina transformación del Jinchurikki, y luego, dos colas que se asomaban por su espalda tomaron el cuello de dos de los ladrones, que fueron estampados con fuerza contra la pared, los otros dos comenzaron a lanzar kunais hacia el, como si esto tuviese éxito, sus colas desviaron todos los kunais, y luego huyeron asustados, el ultimo, el que había golpeado a Aladdin, estaba en el suelo, aterrado, lastima por el, que no tuvo la suerte de caer desmayado contra la pared, o simplemente salir corriendo, o bueno, por lo menos un cuerpo sin cabeza no podría hacerlo.
Arkay.- Mensajes : 360
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